Le calificaban de meticuloso, trabajador y de gran juez pero el 11 de julio del año pasado, Santiago Torres, decidió colgar la toga. Asegura que lo hizo por problemas de salud. Decía adiós a 25 años dedicados a desenmascarar a los malos.

Torres abrió la caja de los truenos, fue el primero en lidiar con casos de corrupción urbanística. En concreto, en enero de 1999, consiguió que el entonces alcalde de Marbella y presidente del Atlético del Madrid, Jesús Gil, entrara en prisón.

Destapó la mayor trama de corrupción en torno a licencias concedidas por el Ayuntamiento de Madrid en el caso 'Guateque', desarticuló las mafias que controlaban la noche madrileña en la operación 'Edén' y así una larga lista de casos como el 'Yugoslavia' o la 'operación Calimocho'. 

Algunos le tacharon de ambicioso y obstinado incluso se enfrentó a sanciones por los retrasos en  sus investigaciones. Pero tras colgar la toga sigue reivindicando un vuelco a nuestras leyes.