Casi 3.000 personas se manifestaron el pasado domingo en la plaza de Colón, en Madrid, para negar la existencia del coronavirus, procalmarse en contra de la vacuna y declarar que las mascarillas no sirven para nada.

Los antimascarillas se concentraron durante la tarde sin guardar ningún tipo de medida de seguridad: ni distancia interpersonal ni el uso de mascarilla, poniendo en riesgo al resto de la población. Entre sus consignas se pudieron escuchar muchos argumentos en contra de la principal medida de protección que es obligatoria en España.

"La mascarilla no nos deja respirar. La respiración es muy importante para la salud y la conexión con la divinidad. Hay mucha gente espiritual que necesita quitarse el bozal ya", explicó una señora a los medios. Un argumento al que se sumaron otras personas, que llegaron a definir la mascarilla como "una tortura" que "atenta contra nuestros derechos humanos".

Bajo la misma lógica, algunos de los cánticos que entonaron los manifestantes iban encaminados a pedir a las autoridades que no se obligase a su uso: "Fuera los bozales, no somos animales". También cantaron frases como "Bote bote bote, Aquí no hay rebrote", mientras que los datos de coronavirus en España se disparan, o "Illa, Illa, Illa, fuera mascarilla".

Y hay quienes, yendo un paso más allá, pidieron a los asistentes que les rodeaban que se fundiesen en un abrazo sin ningún tipo de protección.

También algunos de los presentes en la protesta atacaron a los periodistas que se encontraban en el lugar para informar de la manifestación. Llegaron a escupir a las cámaras y, en concreto, periodistas de laSexta tuvieron que ser escoltados por la Policía tras ser increpados.

Por su parte, la Delegación del Gobierno en Madrid investigará la concentración. José Manuel Franco ha explicado que no se siguieron "las pautas sanitarias esenciales" y ha avanzado que "los que han actuado de forma incívica tendrán el máximo castigo" que recoge la ley.

¿Quiénes son los líderes?

La convocatoria se ha difundido por 'youtubers' negacionistas del virus, por grupos anticonfinamiento, pero también por algunos personajes españoles más conocidos.

El cantante Miguel Bosé, que en los últimos meses se ha dedicado a difundir el mensaje negacionista, fue uno de los que más se volcó con la manifestación, aunque no acudió al encuentro.

Sí estuvo presente fue Josep Pàmies, el curandero de la lejía que durante la pandemia ha organizado varios encuentros para que grupos de centenares de personas se abracen y beses y puedan así contagiarse del virus.contagiarse así del virus.