El Guardia Civil detenido el pasado jueves como presunto autor de 19 incendio en el suroeste de la Comunidad de Madrid, sufre un fuerte trastorno psicológico que apunta a la piromanía, según los primeros informes forenses elaborados a raíz de su arresto.
El magistrado del Juzgado de Instrucción número 1 de Navalcarnero, Madrid, ha dictado el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza para el agente. Se le imputa, por el momento, 17 incendios, sobre los que el arrestado ha reconocido su autoría ante el juez.
Debido al fuerte trastorno psicológico que padece, que apunta a la piromanía, se le realizarán más estudios, y en función de los resultados podrá ser trasladado a un centro hospitalario.
Pero, ¿detrás de un pirómano hay una enfermedad o una maldad? "La piromanía es un transtorno de conducta que estas personas no pueden evitar", dice la psicóloga Laura García.
De los 2751 fuegos registrados el año pasado, casi el 23% han sido causados por pirómanos. Un transtorno psicológico que se puede asemejar a los alcoholicos.
"Un alcohólico bebe, necesita beber, pero ve que ese no es el camino", cuenta un pirómano ya rehabilitado. Un pirómano busca "hacer fuego, verlo, incluso apagarlo. Y una vez apagado es relax total".
"La piromanía es un transtorno que se gesta porque aumenta la tensión emocional. Esta persona necesita provocar un fuego para liberar esta tensión emocional", explica la psicóloga. Y añade: "un pirómano siente una fascinación por el fuego, incluso por apagarlo".
El verano es la estación donde más incendios se producen, y en cuanto se registra uno, los pirómanos tienen el efecto llamada.
"Siempre hay un efecto contagio. Si un pirómano aún no ha materializado su tendencia, el hecho de oirlo en las noticias y ver ese fuego, y los efectos devastadores que produce, le puede hacer pensar que es fácil y llevarlo a termino", afirma la psicóloga.
Una enfermedad, caracterizada principalmente por el impulso de hacer fuego y apagarlo, que puede tener cura. "Tiene tratamiento, pero uno tiene que querer", dice la psicóloga Laura García.
Por eso no hay que confundir los incendios que son realmente provocados por motivos economicos con los de un pirómano.
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