Jeff Bauman, de 27 años, es más que una víctima de los atentados de Boston. Bauman se ha convertido en una pieza clave en la investigación.
Nada más recuperar el conocimiento en el hospital, Bauman pidió papel y boli para dejar evidencia de los recuerdos que mantenía del momento antes de la explosión. "Bolsa, vi al tío, me miró directamente". Palabras clave que han dirigido la investigación del FBI en busca de los sospechosos.
Uno de ellos podría coincidir con el "hombre con gorra, gafas de sol, sudadera con capucha y cazadora negra" que se acercó a Bauman, le miró y dejo una mochila junto a él, minutos antes de la explosión.
Bauman, un joven amante de la música que sólo quería ver a su novia cruzar la meta, refleja el espíritu que ha adoptado la sociedad americana: relegar el resentimiento y aportar cualquier información clave de la explosión.
Las cámaras de seguridad han sido la principal pista que ha seguido el FBI. Con ellas llegaron a un estudiante saudí, el primer sospechoso que fue descartado tras registrar su domicilio. Las cámaras captaron la imagen del supuesto autor al lado del niño fallecido en el atentado. El mismo hombre que fue captado por una cámara de segruridad mientras atracaba una tienda.
Fotografías de anónimos y pistas como las de Bauman han cercado a los autores del atentado más grave de Boston. Una actitud con la que la sociedad americana conseguirá, como dijo Obama, "terminar la carrera".