Algunos miembros del Partido Popular quieren que se expulse a Rato, como Alberto Fabra que lo quiere fuera ya. El Presidente de la Comunidad Valenciana ha declarado que: "no caben esas conductas ante los ciudadanos".

Los calificativos para el escándalo que salpica a Rato son contundentes. La Presidenta de los populares catalanes, Alicia Sánchez-Camacho, ha contestado breve pero implacabable: "Condenar todo lo que hemos conocido referente a las 'tarjetas black' que es una absoluta vergüenza." Arantza Quiroga, la Presidenta del Partido Popular vasco, se encuentra entre los líderes legionales del partido popular que "piden una ejemplar decisión apartando a Rato".

Mientras unos se expresan con claridad, otros sienten pena, como el Presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, que ha dicho que lamenta "muy profundamente" lo que ocurre.

Mientras, otros reniegan de su compañero como Iñaki Oyarzábal: "Opino que fue un gran ministro de economía, fue un gran ministro."

Todo esto sucedía antes de la reunión del Comité del PP en la sede de Génova, donde Rajoy y Cospedal dicen que van a escuchar al expresidente de Bankia. Aseguran que tomaran decisiones, "incluso las más dolorosas". Luego ante la prensa, Cospedal ha regateado las preguntas directas y ha contestado: "estamos escandalizados, habrá que tomar una decisión lo más breve posible. Si hay que tomar una suspensión cautelar pues se adoptará."

Los representates del partido hablan de que la decisión va a ser en un corto plazo de tiempo, pero lo cierto, es que han pasado 15 dias del escándalo de las tarjetas.

Rato se niega a firmar voluntariamente su renucia como militante y esto levanta suspicacias. El miembro del PSOE, Carlos Lucena ha comentado al respecto: "no sé si es que sabe muchas cosas del PP".

Su futuro en el PP está en el aire, la figura de del exministro se desvanece. El juez le ha impuesto una multa de tres millones de euros de responablidad civil.