Las tintas de colores, sobretodo el rojo, pueden originar reacciones alérgicas en la piel, en este caso se trata principalmente de un elemento que contiene la tinta roja, el mercurio, por ello es fundamental que se haga siempre una prueba previa para ver si hay reacción, en este caso, al metal.

El problema que en los últimos años ha surgido es que los tintes utilizados tradicionalmente están siendo reemplazados, en algunos casos, por colorantes que nunca se han usado antes. Es decir, que no han pasado por pruebas alérgicas fiables.

Los propios profesionales piden regular los pigmentos, que se homologuen algunos que ya están usándose en el resto de Europa pero que aquí están prohibidos. Y vigilar los no legales. Esta falta de regulación de los productos con los que se dibuja bajo la piel está generando problemas, según los expertos, a largo plazo.

Entre el 1% y el 5% de todos los tatuajes que se realizan en la actualidad están sufriendo infecciones bacterianas, úlceras localizadas en el dibujo hasta graves casos que afectan a todo el organismo, pasando por reacciones alérgicas e inflamaciones. Destacar que el 70% de los tintes usados en la UE provienen de Estados Unidos donde no se analizan los productos, cada país debe controlar si un producto es o no apropiado.