Álvaro Lapuerta era sólo un nombre más dentro del Partido Popular. Otro invitado a los saraos que montaba José María Aznar pero de pronto, se convirtió en un habitual, un habitual en la entrada de los juzgados. Pero según entra, sale, porque siempre se queda mudo delante del juez: nunca declara.

Parece lógico que Lapuerta no suelte prenda sobre unos papeles bautizados con el nombre de otro pero es que ya ha habido muchos que han dicho que estos papeles no son sólo de Bárcenas. Cuando el caso Bárcenas era un pequeño bebé que acababa de nacer, ya el exdiputado del PP Jaime Ignacio del Burgo confirmó que Lapuerta le dio 500.000 pesetas.

Incluso los exsecretarios generales del Partido Popular al declarar, le señalaron a él. Todo el mundo parece empeñado en implicarle. Pablo Crespo, uno de los cabecillas de la trama, también ha dicho que le dio dinero en B. Bárcenas también le acusó de haber hecho todos los garabatos en los papeles. Son visés y Lapuerta habría hecho uno, cada vez que el dinero entraba o salía. Aunque la Policía dijo que eso no se podía comprobar.

Y puestos a chivarse sobre el jefe, Bárcenas decidió hacerlo del todo porque sostiene que cada vez que un empresario entraba por la puerta de Génova con dinero para el partido, el que le recibía era Lapuerta. Incluso Bárcenas aclaró que si aquí aparecía su nombre era porque esos 139.700 euros los usó Lapuerta para comprar acciones de Libertad Digital. Será que Bárcenas se cansó de que los papeles sólo llevaran su nombre.