La más cercana se remonta a agosto del 2019. Entonces, el municipio madrileño de Arganda del Rey y otras localidades aledañas sufrían las consecuencias de una tremenda tromba de agua que generó graves destrozos.

Un año antes, en septiembre de 2018, en el municipio toledano de Cebolla, de apenas 3.000 habitantes, sufrió el desbordamiento de un arroyo.

En 2009 Jerez de la Frontera quedaba bajo el agua. Multitud de pedanías del valle del río Guadalete sufrieron el desastre, especialmente los ganaderos, que perdieron gran parte de sus animales.

Viajamos al año 1982. Entonces, la rotura de la presa de Tous mató en Valencia a 38 personas y se llegaron a contabilizar 300 millones de euros en pérdidas. Otro desastre fue el que vivieron los vecinos de Badajoz en 1997. Una tragedia que se cobró la vida de 25 personas.

Pero la mayor tragedia provocada por el agua ocurrió el 7 de agosto en el año 1996, cuando 87 personas murieron por la rápida y abundante tromba de agua que les sorprendió cuando pasaban sus vacaciones en un camping.

Algo parecido sorprendió a los vecinos de Yebra, en la provincia de Guadalajara, en el año 1995: diez personas murieron. Por último, en 1957 se desbordó el Turia, en Valencia: 81 personas perdieron la vida en aquella tremenda avenida de agua. De hecho, tuvo que reconstruirse el cauce del río.