Parecía un ataque espontáneo, pero no lo fue. Se planeó días antes en una cena secreta en la que se encontraron miembros de los más peligrosos grupos neofascistas.

12 detenidos, 12 discípulos, militantes de partidos radicales como La Falange, Nudo Patriota Español, Alianza Nacional, Movimiento Católico Español y Democracia Nacional. Y lo peor es que éste sólo fue el pistoletazo de salida a lo que pretenden que sea nuevos tiempos de violencia.

Tras muchas reuniones entre líderes de todos los grupos, en julio nació el manifiesto conjunto que impulsa la iniciativa "La España en Marcha", una plataforma única de ultraderecha que aspira a mejorar los nulos resultados que tienen en las urnas.

“Estamos viviendo en España un relanzamiento de grupos ultras de tipo xenófobo, de tipo racista e intolerancia. El Gobierno tiene que encarar este problema”, señala Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia.

Y la preocupación no es gratuita. Entre los 16 puntos de su programa se encuentran: "La prohibición inmediata de la difusión de ideas secesionistas"; "El final fulminante de la invasión producida por corrientes migratorias masivas"; "Radical oposición a las prácticas abortivas y a la eutanasia"; y la "Consideración al matrimonio homosexual como una anomalía".

De todos estos puntos, la principal razón común de los ultraderechistas es el segundo, el referente a los independentismos. Ello explica el ataque a la sede de la Generalitat como punto de partida.

Y lo que viene, anuncian, será peor. Para empezar, habrá que estar atentos al 28 de septiembre. Un acto que han llamado "Quema de trapos separatistas" y que, dicen, será sólo un entrenamiento de cara a la presentación de la ‘Europa en Marcha’ del 12 de octubre, Día de la Hispanidad.

Algunos partidos ya han pedido al Gobierno que se ponga freno a estos grupos neofascistas. Señalan que hechos así se producen por una razón.