La Junta Rectora del Parque Natural de Los Alcornocales ha aprobado la inclusión de la Almoraima dentro del recinto protegido. Hasta ahora había un 10% de la finca sin protección, y el Estado se había planteado vender esa parte  y dedicarla a la construcción.

El Alcalde de Castellar de la Frontera, Juan Casanova, ha declarado que, "un aeródromo en esta zona, para que los jets privados puedan venir, aterrizar y despegar. En otra, un hotel de cinco estrellas y dos campos de golf".

Todos unidos, ecologistas, sindicatos y Junta de Andalucía han conseguido que no se contsruya. Pero también la oposición parlamentaria, "revalorizar urbanísticamente un terreno tiene un nombre, se llama especulación".

Han conseguido paralizar la venta al elevar el gobierno autonómico el rango de protección de la finca. Algo que no gustó en el ejecutivo central cuando Miguel Arias Cañete declaró que "ustedes son unos irresponsables, tratan de frenar una operación razonable de privatización en la búsqueda de operadores económicos que conserven el monte como lo han hecho los propietarios privados en la zona y simplemente se oponen porque siempre quieren que sea público".

La remodelación impide la construcción de spas, aeródromos y campos de golf, pero no así la venta a un inversor privado. De hecho la finca ha sido privada durante siglos, y el estado la expropió en 1983 a su último dueño, Ruiz Mateos.

La limitación de construir en la finca previsiblemente echará para atrás a cualquier comprador, aunque de momento, la Almoraima, el mayor latifundio de España, sigue en venta. Podrá ser privada, pero seguro que seguirá siendo verde.