El alcalde de Badalona ha vuelto a la carga y en su estilo, presentando medidas que la oposición y muchos vecinos han tachado, como tantas veces, de xenófobas. Ha creado un nuevo reglamento de Servicios Sociales con un objetivo:“Acabar con una injusticia social y evitar que una persona que ha llegado hace tres meses tenga las mismas ayudas que un vecino de Badalona que lo pasa mal". Y esa “injusticia” le lleva a querer eliminar ayudas complementarias tales como dotaciones para la reparación de viviendas, actividades extraescolares, dietas especiales, equipamientos del hogar, o, lo que es más importante, desplazamientos y material escolar.

Albiol se felicita por haber reducido en sus dos años de alcaldía las ayudas para los inmigrantes en un 13%, mientras ha aumentado las ayudas para los autóctonos en un 33%. Y lo curioso es que se ha creado algo así como un “efecto Albiol”. Ante tal actitud, algunos inmigrantes han desistido o directamente se han marchado de Badalona, porque se han solicitado un 15% menos de ayudas desde que él está ene l poder.

PSC, CiU, Iniciativa per Catalunya… la oposición, como tantas otras veces, le ha tachado de xenófobo y electoralista. Su discurso funciona en algunos sectores de los votantes y valga como ejemplo, precisamente, la campaña que le llevó en alcaldía. Abril de 2010, García Albiol reparte miles de folletos acusando a los gitanos rumanos de venir a delinquir a Badalona y de ser una plaga y una lacra, todo ello acompañado de una inscripción que pone “no queremos rumanos”.

El entonces candidato fue llevado a jucio. SOS Racismo pidió un año de prisión e inhabilitación por incitar al odio, pero el juez le absolvió. Y así continuó en 2012, cuando acusó a los paquistaníes de vender comida caducada y tener carne con gusanos”, o en 2013, cuando decidió suprimir las licencias para nuevos centros religiosos en la ciudad.