Luis Alberto Zamora, experto en Nutrición, explica que hay algunas decisiones al comprar los alimentos que hacen que contaminemos más. ¿Cuáles son los productos más contaminantes y cuáles exigen menos para su producción?

Los que más contaminan son los que conllevan más emisión de CO2 y más consumo de agua. Por ejemplo los alimentos criados en piscifactoría exigen mucho consumo de energía y alimentos. Además, el transporte de los peces aumenta la huella ecológica en su consumo.

También la carne de cerdo, los quesos o la carne roja son productos muy contaminantes porque criar, procesar, transportar y cocinarlos es también muy costoso ecológicamente.

Al contrario, productos que debemos potenciar y que menos contaminan son alimentos como el brócoli, los tomates o las lentejas.

Otra de las claves para generar menos huella de carbono con nuestra alimentación es comer productos de proximidad. Algunos ejemplos: podemos consumir ácido oleico, en vez de en aguacates que se suelen cultivarse en el extranjero, con aceite de oliva; el omega 3, en vez de con salmón, con sardinas; la proteína vegetal con garbanzos, y no con tanta soja; la vitamina C con naranjas, en vez de con kiwis; y la grasa saturada cardiosaludable, en vez de con aceite de coco, tomarla en yogures.

Además, cuando decidimos opta por la compra de productos ecológicos es necesario fijarse bien ya que existe una etiqueta europea certificada que garantiza la procedencia ecológica al 100% del alimento y que es obligatoria.

¿Podemos comer ecológico sin gastar mucho dinero?

Para no gastar tanto dinero y reducir nuestra huella de carbono hay que evitar tirar tanta comida. En España se arrojan al contenedor 7,7 millones de toneladas de alimentos cada año.

Para ello, viene muy bien la cocina de aprovechamiento: usar la piel de zanahoria, los culos del tomate o el verde del puerro para hacer fondo de guisos y salsas con huesos de restos de carne. También aprovechar las peladuras de patata, berenjena o calabacín al horno para hacer un perfecto aperitivo.