Albert Puñet se convirtió en adicto al fentanilo tras sufrir un accidente de moto que le provocaba dolores insoportables a causa de una tetraplejia incompleta que le causaba dolores neuropáticos crónicos. Al no poder ser tratado con opiáceos comunes, le recetaron tres caramelos de fentanilo al día.

"Es 50 veces más fuerte que la heroína, 100 más fuerte que la morfina. A los pocos meses pasé de los dos caramelos a entrar en una espiral en la que necesitaba más. Así, me recetaban más", ha explicado el paciente, que ha asegurado que en dos años no tuvo nunca un seguimiento en la unidad del dolor ni una valoración psiquicológica.

"Tuve que ser yo el que me diera cuenta de que tenía síndromes de abstinencia sin yo saber qué era un síntoma de abstinencia porque nunca había consumido nada", ha indicado. Así, asegura que llegó a confundirlo con Covid hasta que un día decidió tomarse otro caramelo de fentanilo y los síntomas de sudoración y fiebre desaparecieron: "Lo primero que sientes es mucha vergüenza. Lo intentas dejar y te das cuenta de que es imposible".

Otro de sus preocupaciones era que se lo quitaran y que no tuviera alternativa para el dolor: "Había pasado de estar 24 horas sin poder moverme por el dolor a tener una vida medianamente normal bajo los efectos del fentanilo. Fui yo el que tuve que levantar la mano y pedir ingresar en un centro de desintoxicación".

"Esto es una bola de nieve. Tomas y no avanzas, no te estás moviendo del sitio. Me recetaron los chupachups y luego los parches. Para tratar el dolor basal me daban parches y para el dolor disruptivo el chupachups", ha indicado. Puedes escuchar su impactante relato en el vídeo principal de esta noticia.