Víctor de la Cruz, chófer de José María Ruiz-Mateos (fundador del grupo empresarial Nueva Rumasa), cuenta en Más Vale Tarde que la actitud del gerente tenía mucho que ver con su "vinculación con el Opus Dei". Los herederos del fallecido se han sentado en el banquillo de los acusados por el fraude de 300 millones de euros mediante la emisión de pagarés, pero alegan que su padre era quien tomaba todas las decisiones y no se le podía llevar la contraria.

"Eran extremadamente religiosos y obedientes", añade de la Cruz. Acto seguido, relata que siempre se hacía lo que decía el padre. "Si había alguna duda, le podías dar algún consejo y a veces escuchar o a veces no. Lo que tenías claro es que lo que él decía iba a misa", recuerda en directo.