Esteban Cabal fue una de las víctimas de las torturas de Billy el niño. Cuando a él le torturaron, Franco ya había muerto.

"Me tuvieron siete días y siete noches torturándome casi ininterrumpidamente siendo un niño", relata. "Yo estaba reventado. El forense hizo un informe de diez hojas con lo que me hicieron", recuerda.

Ahora, junto con otras cuatro víctimas, han presentado una querella. "No es por rencor, yo ya le he perdonado hace muchos años. Es para que la sociedad española conozca lo que realmente pasó", explica.

Por ello, insiste en los motivos de presentar la querella colectiva por delitos de lesa humanidad: "Esto tiene que salir a la luz y no puede seguir existiendo la impunidad que hay ahora". La intención es probar que "se trataba de un sistema de torturas" y "derrumbar el muro de la impunidad".

Preguntado por si volvería a hacer lo que hizo, Cabal responde que sí. Y lanza un mensaje para los partidos de extrema derecha que han llegado ahora a las instituciones: "Deberían de estudiar Historia y viajar".

Sobre la exhumación de Franco, dice: "Franco me da igual, no significa nada un cadáver para mí. Las torturas no es por ser de izquierdas o de derechas, hay que erradicarlas".