Poder señalar al pederasta, ponerle rostro y nombre públicamente, es algo impensable en España. Ni siquiera hay un registro interno, una base de datos a la que se pueda acceder legalmente. Es, para muchos, una de esas regulaciones pendientes desde hace mucho, tanto como seis años

Es el visto bueno por mayoría de la creación de un registro de pederastas. Entonces el caso de la pequeña Mariluz y el del pederasta Nanysex requerían una respuesta inmediata. Y así fue, pero el tiempo pasó, hasta ahora. La investigación para destapar al pederasta de Ciudad Lineal ha reabierto el debate. Porque si fue clave contar con el Perpol, el archivo único de la policía sobre las llamadas personas de interés policial, también lo ha sido el hecho de saber que no hay un cruce de datos entre Fiscalía y Policía Nacional

Serafín Girado, de la Unión Federal de Policía: "De haber coincidido la base de datos policial, la detención, con la judicial, la sentencia, la resolución del caso habría sido más rápida". Es lo que reivindican los sindicatos que trabajan ya en un informe conjunto para entregar al recién estrenado ministro de Justicia. Para muchos, parte del retraso de un registro de pederastas están en los numerosos frentes abiertos de la anterior gestión de Justicia.

Porque según hemos podido saber en ‘Más Vale Tarde’, hace un año el ministerio de Justicia montó su particular de comité de expertos a puerta cerrada. Sobre la mesa, la llamada Lista de pederastas. Se habló de crear una oficina de registro, de cruzar datos y hasta de establecer como requisito el demostrar un expediente inmaculado antes de poder trabajar con menores. Y éste precisamente  es uno de los puntos que aparece en el actual anteproyecto de la Ley de Protección del Menor.

El documento que maneja a día de hoy el Ministerio de Sanidad, fue aprobado en abril y deja el llamado registro de pederastas en el tejado de Ana Mato.  España no es el único país que busca poner freno al pederasta. En Reino Unido los agresores están fichados en un registro de infractores por un mínimo de dos años. Francia ha modificado hasta seis veces la ley para evitar la reincidencia de violadores o pedófilos.

En Grecia incluso publican datos del acusado antes de ser declarado culpable y en Italia persigue delitos que se puedan cometer en terceros países. Y los hay que en su apuesta por vetar al depredador sexual prohíben, como en Bélgica, su entrada en cargos públicos y hasta ser parte de un jurado. Aunque quizás lo más sorprendente es una aplicación para móvil, un GPS del pederasta, un localizador puesto en marcha por el departamento de Seguridad de Estados Unidos en el que aquí sí los rostros y los nombres de los depredadores sexuales de menores están, sin filtros, a la vista de todos.