Pedro Sánchez ha defendido su gestión sobre el Sáhara Occidental y ha asegurado que la realidad es que "durante 50 años no ha habido avances". "Si la comunidad internacional, EEUU y los principales países europeos dicen que tenemos que encontrar otras vías para resolver este conflicto dentro de la ONU, y siempre con la premisa de que tiene que ser una solución acordada por las partes del conflicto, creo que España tiene que estar en esa actitud constructiva", ha asegurado el presidente, que ha defendido "no compartir" que Marruecos tenga una monarquía absolutista.

El presidente del Gobierno ha defendido así el giro histórico sobre la postura de España respecto al conflicto del Sáhara Occidental y ha indicado que España "continúa siendo el principal donante en ayuda humanitaria al pueblo saharahui".

Además, ha negado "la mayor" sobre que se trate de una decisión estratégica o que tenga un trasfondo de interés en el control de los flujos migratorios, si bien ha destacado que "la cooperación y la colaboración que tenemos con el reino de Marruecos es muy positiva también desde la política migratoria".