Rodrigo Cuevas es toda una personalidad, una "diva" del folclore, tal y como se define con Jordi Évole. El programa comienza con el artista preparando un desayuno al periodista en su casa hecho "en piloña".

Hay un detalle que choca a Évole, que es el recipiente en el que Cuevas le sirve la leche, con una forma de lo más peculiar. "Hostia, parece una polla, ¿no?", se pregunta entre risas el periodista. El artista le saca de dudas rápidamente: "Parece no, es. Es un pollón dorado. Pero, ¿cómo es de guapo?".

Évole celebra lo bueno que está el café, con Cuevas siendo especialmente crítico con las "horteradas" en forma de "máquinas inútiles" que hacen café en cápsulas. "Aquí estamos a salvo de muchas cosas de la ciudad y no me gustarían que llegaran", añade.