Jordi Évole entrevista a Emile, un superviviente de la guerra de Ruanda que tuvo que huir del país cuando tan solo era un niño. Su situación era muy complicada porque su padre era tutsi y su madre hutu, y ella no pudo salir del país.

"La guerra me ha robado la juventud, la adolescencia y la esperanza de vivir", explica el hombre. "En 2013 tuve una crisis de ansiedad, me tuvieron que ingresar porque me iba a suicidar", relata Emile que esta es una de las consecuencias del estrés postraumático. "Sientes culpabilidad, preguntándote por qué estás vivo", explica Emile en el vídeo superior de la noticia en el que cuenta que tuvo que "hacer un trabajo de reconstrucción y construcción de otra persona" para salir adelante.

"Había tanta muerte y sangre que a veces formaba un río"

Emile tenía tan solo cinco años cuando estalló la guerra en Ruanda. "Ibas a la fuente de agua, pero salía sangre", recuerda Emile, que cuenta en este vídeo cómo se encontraba cuerpos sin cabeza.