Seguro que han comido alguna vez en alguna casa que contaba con una vajilla Duralex, calificada como irrompible y con distinguidos colores naranjas y verdes. Pues bien, debido a la subida de los precios de la energía, la planta de producción de la compañía en Orleans (Francia) ha paralizado su producción cuatro meses a partir del 1 de noviembre.

¿El motivo? Según José Luis Llacuna, presidente de la marca, el precio de la energía ha pasado de suponer un 5% de la facturación total al 46%, una facturación que considera "inviable", según ha confesado en 'Catalunya Radio'.

Para que los vasos y platos de la marca puedan producirse, se precisa tener hornos que alcancen los 1.500 ºC de temperatura. Esta decisión hará que los 250 trabajadores de la planta se vayan al paro, aunque percibirán un 95% del sueldo.

La marca se hizo famosa gracias a la resistencia de sus productos a bajo coste. Su nombre proviene del principio de derecho romano 'Dura lex, sed lex' (en español 'La ley, aunque dura, es la ley'), como recoge la web de la empresa, haciendo referencia a la dureza de las vajillas de cristal templado.