Britney Spears ha denunciado ante una jueza de Los Ángeles el control extremo al que la somete su padre desde hace 13 años. Su progenitor, que es su tutor legal, no solo maneja todo su dinero, sino que incluso decide si puede o no tener hijos.

La cantante es solo la última de una larga lista de mujeres artistas que han sido explotadas. Una de ellas es Tina Turner, que tuvo que pelear incluso por su nombre. Su maltratador, violador, explotador y entonces marido, Ike, se quedó con todos los derechos de autor de su música de la época: Turner renunció a sus royalties y casas para poder divorciarse. Solo pidió una cosa: mantener su nombre, que también le pertenecía a él. El juez finalmente le dio la razón.

Por su parte, la protagonista de 'El Mago de Oz', Judy Garland, solo ganó 500 dólares a la semana por la famosa película. Sus compañeros de reparto, el espantapájaros y el hombre de hojalata, se llevaban 3.000 cada uno y el león, 2.500. Garland entonces tenía 17 años: a los 47 cantaría 'Somewhere over the rainbow' por última vez. Desde los 13, los estudios la sometieron a dietas salvajes e incluso le daban anfetaminas y somníferos para que trabajara más. Nunca se recuperó del todo y murió arruinada.

También ha habido mujeres artistas que no han vuelto a trabajar: en España, está el caso de Marisol. Tras ser una estrella infantil, tiempo después relató que se sintió secuestrada, que el productor Manuel Goyanes había pagado por ella, le había cambiado el nombre, teñido el pelo y operado la nariz. Tuvo varios intentos de suicidio en aquella época. En 'Interviú' contó con estas palabras cómo le habían robado la infancia: "A los ocho años no era la niña angelical que todo el mundo creía, ya estaba más sacudida que una estera".

Lamentablemente, esto sigue pasando hoy en día. Rihanna denunció hace dos años por fraude a su padre, que había creado una empresa para lucrarse por su nombre. El padre de Beyoncé, por su parte, fue su representante hasta 2011, cuando la artista pidió una auditoría de cuentas y decidió prescindir de él.