El PP continúa manejando las corrientes internas con el aborto. El jueves, cuando salió la sentencia del Constitucional que dio el visto bueno a la ley, Feijóo asumió la ley de plazos. Hoy le han preguntado al portavoz, Borja Sémper si su partido considera que el aborto es un derecho y esta fue la respuesta: "no lo he escuchado porque no lo ha dicho. Y porque la posición del PP nunca ha sido esa. El problema no es terminológico. Yo no voy a entrar en disquisiciones en relación al aborto", aseguraba el portavoz del PP.

Según Sémper, para su formación el aborto "no es un derecho". Además asegura que no ha escuchado a Feijóo decirlo. Aunque lo cierto es que hace tan solo medio año y a preguntas de laSexta defendió el derecho de las mujeres al aborto.

"Tenemos un pasaporte en la UE. Todos los países de la Unión Europea, salvo Polonia, tienen regulado ese derecho. Y me parece que esa situación hay que regularla", decía Feijóo.

El PP y su presidente buscan ponerse de acuerdo en si el aborto es o no un derecho. El problema es que la presión hace mella. Desde que Feijóo asumió en público la ley de plazos, los sectores más conservadores del partido han apretado las cuerdas en el seno de la organización. Pero no son los únicos, los de fuera del partido también lo han hecho. El obispo José Antonio Munilla considera a Feijóo un traidor por respaldar la actual ley de plazos: "la traición del Partido Popular a la causa de la vida es total y absoluta. Ya no se puede ir más lejos. Han asumido completamente todos los parámetros de la izquierda más radical".