Un refugio

Lorca, Dalí, Buñel: los genios que forjaron la historia en la Residencia de Estudiantes

Los detalles
Desde su fundación en 1910, figuras como Albert Einstein, Marie Curie y Le Corbusier, junto a los pilares de la Generación del 27, hicieron de este espacio un faro de creatividad y vanguardia cultural.

Lorca, Dalí, Buñel: los genios que forjaron la historia en la Residencia de Estudiantes

El 6 de mayo de 1910 se fundaba la Residencia de Estudiantes de Madrid, un lugar que se convertiría en epicentro de la creatividad y la vanguardia cultural de España. En este histórico edificio convivieron, en un espacio cargado de ideas y experimentación, figuras de la talla de Federico García Lorca, Salvador Dalí y Luis Buñuel, quienes compartieron no solo sus vidas, sino también sus sueños, obras y pensamientos.

Este fue el primer hogar de una de las generaciones más brillantes de nuestra historia.

Durante su existencia, hasta el estallido de la Guerra Civil, la residencia fue el gran centro de la cultura española. Por sus pasillos, además de los mencionados, pasaron figuras internacionales como Albert Einstein, Marie Curie, Igor Stravinsky y Le Corbusier. Todos ellos marcaron la historia de la ciencia, el arte y la arquitectura, influenciados por el ambiente de creatividad y ruptura que promovía la residencia.

En este espacio, el talento se fusionaba sin límites de disciplina. Lorca, Dalí y Buñuel no solo compartían sus ideas y trabajos literarios, sino que también programaban obras de teatro, en las que no dudaban en participar. Como explica la hermana de Lorca, "la estancia en la Residencia fue capital en su vida, en su obra, hasta se percibe un cambio en su hacer literario".

En las habitaciones de la residencia, un cuadro de Dalí podía acompañar las noches de lectura y creación de Lorca, mientras Buñuel organizaba y desafiaba las normas del teatro. El nivel cultural que se respiraba entre sus paredes era tan alto que los encuentros entre estos artistas no solo definieron sus trabajos, sino que también ayudaron a cimentar los cimientos de lo que hoy entendemos como la vanguardia de la cultura española.

No solo los hombres destacaron en este espacio: las mujeres también tuvieron su lugar. Victoria Kent fue una de las residentes más prominentes, mientras que entre las profesoras figuran nombres como María Zambrano y Maruja Mallo, cuyas enseñanzas y obras también trascendieron los muros de la residencia.

El legado de la Residencia de Estudiantes perdura como un símbolo de la mezcla de modernidad, talento y libertad intelectual que marcó a la Generación del 27. Desde el 6 de mayo de 1910, este edificio no solo fue testigo de la historia, sino que la escribió con las manos de los genios que lo habitaron. Sin lugar a dudas, el ambiente de creatividad y estímulo que reinaba allí fue irrepetible.