Javier Milei afronta su primer gran partido como presidente de Argentina. En mitad de las primeras "marchas piqueteras" contra los masivos recortes que promete su Gobierno, Milei tiene previsto anunciar su paquete de medidas para intentar reconducir la economía argentina.

Milei va a presentar el DNU, el Decreto de Necesidad y Urgencia para desregular la economía y que incluye la derogación de hasta una decena de leyes, entre ellas la del alquiler o la ley de abastacimiento.

Este plan también incluye una reforma laboral que finalmente no va a pasar por el Congreso como pedían algunos sindicatos y se especula que Milei anuncie también la privatización de varias empresas del Estado para que pasen a ser sociedades anónimas.

Las medidas de Milei coinciden con una fecha ominosa en la historia argentina, un 20 de diciembre con el recuerdo de la crisis de 2001 cuando el presidente Fernando de la Rua abandonó la Casa Rosada. Aquel corralito desencadenó protestas masivas y represión, marcando una crisis política, económica y social. La tensión en las calles revive con la inquietante sombra de las medidas propuestas por Milei.

Mientras el país conmemora su pasado convulso, las nuevas acciones de Milei generan incertidumbre y descontento. Con la población en las calles y el anuncio televisivo de más recortes, Argentina se sumerge en un momento crucial que evoca memorias dolorosas. El futuro económico del país pende de decisiones controvertidas que podrían remodelar su historia contemporánea.