Llevamos 21 días de invasióny las tropas rusas aún no han completado los cercos de Kiev y Járkov, las dos grandes ciudades ucranianas. Tampoco han logrado la superioridad aérea y en tierra, sus columnas de suministros sufren continúan emboscadas que impiden la llegada de combustible, víveres y munición a las tropas que combaten en primera línea. La guerra lleva días estancada.

Los ucranianos han parado el primer golpe del gigante ruso y han sorprendido al mundo. Y por eso hemos mirado atrás, a otra invasión. A otro combate entre David y Goliat: la invasión de Finlandia por la URSS en noviembre de 1939, cuando un diminuto país de sólo 4 millones de habitantes fue capaz de frenar durante 5 meses a las tropas de Stalin. A continuación, se exponen cinco similitudes entre 'La Guerra de Invierno' y la invasión de Ucrania.

Te invado para protegerme

Finlandia se declaró independiente de Rusia el 6 de diciembre de 1917. Ucrania se separó de la URSS el 24 de agosto de 1991. Ni la URSS entonces, ni Rusia hoy asumieron ambas independencias y justificaron sus invasiones por razones de seguridad. Solo 30 kilómetros separaban Leningrado de la frontera finlandesa, así que Stalin propuso al gobierno finlandés llevar la frontera 60 kilómetros hacia el interior de Finlandia, a cambio de otros territorios más amplios pero de menor valor. Los finlandeses lo rechazaron y el 30 de noviembre la URSS invadió Finlandia. En el discurso en el que anunciaba el inicio de su "operación especial", Putin justificó así la invasión de Ucrania: "No nos han dejado otra oportunidad para proteger a Rusia".

Son nazis

Aunque Stalin firmó en agosto de 1939 un pacto con Hitler de no agresión que incluía el reparto de Polonia, la propaganda stalinista calificó al gobierno finlandés como una "camarilla fascista viciosa y reaccionaria" que oprimía a su pueblo. El 25 de febrero de 2022, al día siguiente de la invasión de Ucrania, Putin, calificó al gobierno de Zelenski como una "banda de drogadictos y neonazis que se sentaron en Kiev y tomaron como rehenes a todo el pueblo ucraniano".

No matamos a civiles

La invasión de Finlandia comenzó el 30 de noviembre, con el bombardeo de Helsinki. Como en la actual invasión de Ucrania, la población civil fue bombardeada con bombas incendiarias de racimo. Si Sergei Lavrov ha justificado el bombardeo de la maternidad de Mariúpol diciendo que era un cuartel de neonazis, Molotov, el ministro de Asuntos Exteriores de Stalin, dijo que habían bombardeado Helsinki con pan.

Propaganda de la invasión rusa en Finlandia en 1939

Solidaridad internacional

En 1939, el mundo reaccionó con una oleada de solidaridad hacia Finlandia. El 14 de diciembre, la Sociedad de Naciones – muy tocada ya por su debilidad frente a las invasiones que Hitler había iniciado en 1936 -, expulsó a la URSS por su agresión. En 2022, la ONU ha sido incapaz de condenar la invasión de Ucrania… ¡porque la propia Rusia lo vetó! Pero las sanciones de Occidente han convertido a Rusia en un paria en la escena internacional, a costa de un enorme sufrimiento que la sociedad rusa ya ha empezado a experimentar y que se extenderá al resto de la población mundial si el conflicto se alarga.

Un sorprendente fiasco militar

Como en 2022, en 1939 tampoco hubo declaración de guerra. Los soviéticos desplegaron 450.000 hombres, más del doble que en la invasión de Ucrania. Venían precedido por dos enormes éxitos: habían borrado a los japoneses en la Batalla de Jaljin Gol y apenas habían tenido 4.000 bajas en la ocupación de Polonia. Todo el mundo pensaba que los finlandeses se derrumbarían en días, pero, igual que los ucranianos, resistieron el primer golpe.

El frío jugó a su favor. Las temperaturas bajaron hasta 40 grados bajo cero. Los blindados y camiones rusos que necesitaban ir por los caminos, se quedaron atascados y los finlandeses, que se deslizaban rápidamente en esquíes destruyeron una columna tras otra. Los ucranianos, evitando el enfrentamiento directo siempre que pueden, han destruido decenas de columnas de suministros en emboscadas, causando miles de bajas al ejército ruso e impidiendo su avance.

Tanques ardiendo en Ucrania

Y una lección, la que sacó Putin

Tras 105 días, la guerra terminó con la rendición de Finlandia. Stalin no logró instalar su gobierno títere, pero sí más territorios de los que quería. Los historiadores rusos no se ponen aún de acuerdo con las pérdidas que sufrió el Ejército Rojo: 49.000 según la versión oficial, casi 168.000 según el historiador Pavel Petrov. Aunque el prestigio del ejército soviético quedó muy dañado, En marzo de 2013, en un acto con historiadores, Putin afirmó que Stalin “hizo sentir a todos el poder de Rusia” y que “nada similar debería volver a ocurrir”.