Europa alza la voz

La 'flota fantasma rusa', la red ilegal de petroleros que esquiva sanciones y pone en jaque a Europa

Las consecuencias
Con cerca de 600 buques sin seguros ni regulación, Rusia transporta petróleo sancionado mientras provoca vertidos tóxicos, daños a infraestructuras clave y una grave amenaza para la seguridad y el medio ambiente en Europa.

La 'flota fantasma rusa', una la red ilegal de petroleros que esquiva sanciones y pone en jaque a Europa

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha enviado nuevamente a Turquía al mismo equipo que en 2022 negoció en Estambul, esta vez para imponer los términos de la rendición ucraniana. En una reunión tensa, Vladímir Medinsky —ideólogo cultural y escritor fantasma de los discursos de Putin— y el general Alexander Fomin exigieron la capitulación total de Ucrania bajo la amenaza explícita de continuar la matanza en el país.

Medinsky, conocido por su papel en reescribir la historia y fortalecer la propaganda bélica rusa, lidera esta ofensiva diplomática que busca forzar a Kyiv a aceptar condiciones que parecen un ultimátum innegociable. El Kremlin no solo presiona sobre el terreno diplomático, sino que también intensifica su capacidad bélica mediante un sistema ilegal y opaco para financiar la guerra: la llamada 'flota fantasma'.

La Unión Europea acaba de anunciar sanciones específicas contra esta flota, compuesta por unos 600 petroleros, en su mayoría viejos, mal mantenidos y sin seguros, que Moscú utiliza para transportar el 80% de su petróleo a través de sociedades, pantalla y banderas extranjeras. Este método permite a Rusia burlar las sanciones occidentales y vender hidrocarburos a países aliados o permisivos.

Un ejemplo ilustrativo es el petrolero Innova, construido hace 32 años, con bandera de Comores, detenido recientemente por guardacostas británicos a 100 kilómetros de la costa de Escocia. El barco transportaba un millón de barriles de petróleo ruso sancionado, detectado tras dejar una mancha visible en el mar. Según la UE, esta 'flota fantasma' fue clave para que Rusia vendiera 5.000 millones de dólares en petróleo solo durante 2023, un dinero que alimenta la maquinaria bélica que perpetúa la guerra en Ucrania.

Pero la amenaza va más allá de la financiación del conflicto. Finlandia ha denunciado que uno de estos petroleros, el Eagle S, rompió intencionadamente el cable eléctrico submarino que conecta su red con Estonia, causando un grave daño a la infraestructura energética regional. Alemania también ha calificado esta 'flota fantasma' como una amenaza para la seguridad y el medio ambiente europeos.

Desde 2021, se han documentado al menos nueve vertidos contaminantes provocados por estos buques en diferentes partes del mundo, desde Tailandia y Vietnam hasta Italia y México. Sin seguros ni regulación, estos barcos operan con total impunidad y a menudo emplean sistemas para falsificar su ubicación, dificultando su seguimiento y control. El 'New York Times' ha revelado casos en los que petroleros señalaban estar en puertos lejanos mientras cargaban petróleo ruso sancionado.

Actualmente, la 'flota fantasma rusa' representa un 17% del total de petroleros en el planeta, lo que convierte esta red ilegal en un actor clave y peligroso no solo para la economía global, sino también para la seguridad y el medio ambiente internacionales.