Las elecciones europeas han profundizado el desencanto entre los independentistas catalanes, con partidos como Esquerra Republicana de Catalunya y Junts per Catalunya perdiendo una parte significativa de su electorado. En comparación con las elecciones autonómicas pasadas, ambos partidos han experimentado una caída considerable en sus resultados.
ERC, el partido que ha gobernado Cataluña en la última legislatura, mantiene una caída libre: si en 2021 obtuvo 605.581 votos, lo que le permitió hacerse con el control de la Generalitat, el pasado 12 de mayo tan solo recibió 427.135 votos en las elecciones autonómicas. En las europeas, su resultado ha sido incluso peor, alcanzando los 354.247, lo que representa un 17% menos. Por su parte, Junts, encabezado por Carles Puigdemont y aspirante a volver al Govern, también ha sufrido una disminución considerable, pasando de 430.925 votos en las elecciones autonómicas a un 33% menos en las europeas.
Este lunes, tanto ERC como Junts experimentaron una jornada crucial al elegir la Mesa del Parlament, un paso clave para la elección del futuro president de la Generalitat. Esta decisión podría dificultar una posible presidencia de Salvador Illa, candidato del PSC, lo que podría mantener a Puigdemont en el mando.
La composición de la Mesa del Parlament catalán es esencial para el proceso de investidura, dado que es el órgano que marca los tiempos y el orden de candidaturas para presidir el Govern. Una Mesa liderada por Rull podría favorecer a Puigdemont a pesar de la victoria de Illa en los pasados comicios, puesto que ambos pertenecen al mismo partido. Además, el expresident catalán puede respirar aliviado viendo que el sector independentista del Parlament, aun con gran presencia en la cámara pese a sus resultados, podría no respetar las limitaciones legales impuestas por los tribunales.
Este lunes, de hecho, han optado por desobedecer al Constitucional con las votaciones telemáticas de Puigdemont y Lluís Puig. Una decisión que ha generado controversia y amenazas de acciones legales por parte del Partido Popular, que presentará un recurso de amparo ante el TC para denunciar el voto. Mientras que Vox emprenderá este mismo camino y, además, ha anunciado que presentará una querella por desobediencia y prevaricación contra los dos miembros de la Mesa de Edad que han admitido la delegación del voto.
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