Los predecesores de León XIV
La carga humana del papado: lo que sintieron Francisco, Benedicto XVI y Juan Pablo II al ser elegidos
Los detalles Desde la ansiedad y el miedo hasta la resignación, los papas recientes compartieron sus experiencias personales tras ser llamados a ocupar el trono de San Pedro, dejando al descubierto la vulnerabilidad detrás del protocolo y la gloria del papado.

El humo blanco ya se alzó sobre el Vaticano: el mundo tiene nuevo papa. León XIV ha sido elegido este jueves como sucesor de Francisco, en medio de una Iglesia que sigue buscando rumbo entre desafíos internos y tensiones globales.
Pero más allá del protocolo y la emoción de la Plaza de San Pedro, una pregunta inevitable surge: ¿qué se siente al ser elegido papa? La historia reciente ofrece respuestas sorprendentemente humanas, llenas de miedo, dudas y resignación.
Jorge Mario Bergoglio, hoy Francisco, relató que al saberse elegido fue presa de una profunda ansiedad. "Pedí poder retirarme por unos minutos en la habitación contigua a la del balcón que da a la plaza. Mi cabeza estaba completamente vacía y una gran ansiedad me invadió", confesó años después.
Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, fue aún más gráfico: "Pedí al Señor que eligiera a alguno más fuerte que yo, pero evidentemente, no me escuchó". Y añadió: "Se avecinaba la guillotina y apuntaba a mí".
Karol Wojtyła, Juan Pablo II, aceptó "a pesar de las grandes dificultades", confiando en Cristo y en la Virgen. Pío XII lo expresó con fatalismo: "Como es la voluntad de Dios, no se puede rechazar. Ya que es la voluntad de Dios, debo obedecer". Y Pío XI, más escueto, dijo que aceptó porque "no le quedaba otra".
¿Qué habrá sentido León XIV? ¿Ansiedad, como Francisco? ¿Un temor casi físico, como Ratzinger? ¿Resignación obediente, como sus predecesores? Por ahora, solo él lo sabe.
Pero si algo ha demostrado la historia reciente del papado es que, tras la elección, no hay gloria inmediata, sino un instante de vértigo. De soledad. De cruz. Y entonces, solo entonces, comienza el pontificado.