¿Ha cambiado la victoria de Ayuso los ejes del análisis político en España?

La de Díaz Ayuso no ha sido una simple victoria en las elecciones madrileñas. Basta con ver su arrollador triunfo frente a la izquierda, la gran derrotada de la noche electoral del 4M. Horas después de conocer los resultados, las reacciones han centrado su mirada en una pregunta concreta: ¿está cambiando uno de los ejes del análisis político? En respuesta, un dato relevante: la izquierda madrileña no ha ganado ni en sus feudos.

Ayuso ha pintado de azul toda la Comunidad de Madrid. La candidata del PP ha ganado en todos los municipios, excepto en dos pueblos. Por ejemplo, el simbolismo de la izquierda en el Puente de Vallecas, en Madrid capital, ha desaparecido. Allí los populares ha sido la fuerza más votada, pasando de un 12% de apoyos a un 27%, 15 puntos más que en 2019. Porque sí, sube la derecha y baja la izquierda.

PSOE, Más Madrid y Podemos han perdido casi siete puntos, los mismos que ha aumentado las suma de las tres derechas, aunque Ciudadanos no ha logrado entrar finalmente en la Asamblea de Madrid. Pero hay más ejemplos de cómo ha penetrado Ayuso en los feudos de la izquierda. En Móstoles, segundo municipio más poblado de la Comunidad de Madrid, también solía ganar el PSOE. Sin embargo, esta vez Ayuso ha arrasado sacando más del doble de votos que hace dos años: 22 puntos más.

El efecto Ayuso y la caída del PSOE han hecho que el bloque de derechas obtenga más de la mitad de los votos en la ciudad: suben nueve puntos respecto a las últimas elecciones. Y de Móstoles a Fuenlabrada, otro municipio del cordón rojo de Madrid que se ha pintado de azul. Allí, Ayuso ha sido también la más votada, triplicando su porcentaje de votos. En este caso, los apoyos que han perdido las izquierdas y los que han ganado las derechas coinciden al milímetro.

Como estos, hay muchos más ejemplos por toda la región. Con los datos que se tienen en mano a esta hora ya se puede asegurar que el PP de Ayuso ha logrado movilizar nuevos votantes, y que algunos de ellos, muchos probablemente, le han llegado desde la izquierda. La propia presidenta de la Comunidad reconoce que son "votos prestados": "Lo que ha pasado aquí trasciende las siglas del Partido Popular". En este sentido, cree que ahora mismo hay que ser "muy cautos con ese voto".