CopenHill es una de las mayores pistas artificiales de esquí, tiene 85 metros de altura, senderismo a los lados y su fachada es el rocódromo más alto del mundo. Aunque uno de sus detalles más curiosos es que se encuentra sobre una planta de residuos.

Se creó en 2017, está ubicada a unos 10 minutos de Copenhague, en Dinamarca, y "no es el futuro, es el presente", afirma Francisco Cacho, pues anteriormente había un centro de incineración de basuras que se quemaban con carbón para dar energía a la ciudad, pero ahora lo han sustituido por biocombustible.

"Copenhague está invirtiendo mucho en políticas verdes y quieren ser la primera ciudad del mundo que sea CO2 neutral, cero emisiones para 2025", apunta el meteorólogo de laSexta. Así que convierten 250 camiones de basura que produce la ciudad cada día y producen electricidad para 90.000 hogares.

¿Cómo lo hacen? Este explica que se quema la basura, con lo que se calienta el agua que va por los radiadores de todas las calefacciones de la ciudad y, además de calentar el agua, se produce vapor de agua, que mueve unas turbinas, que también producen electricidad.