Las hembras de algunas especies han evolucionado hasta desarrollar técnicas con las que intentan librarse de machos indeseados. Este es el caso, por ejemplo, de las ranas bermejas.

Ricardo Moure ha explicado en 'La Roca' que los machos de esta especie, para conseguir reproducirse, comienzan a pelearse encima de ella. "Se llaman bolas reproductoras, es una especie de orgía", ha indicado.

Una situación que puede ser peligrosa para la hembra, y es que si están en el agua le pueden ahogar. De esta forma, para evitar a machos indeseados, emplean técnicas como hacerse las muertas o gritar como un macho para acabar espantándolos.

Sin embargo, esta no es la única especie en la que ocurre esto. "Las reinas en desarrollar técnicas para evitar a los machos que no les gustan son las patas", ha señalado Ricardo Moure.

En este caso, las hembras deciden si quieren quedarse embarazadas o no. "Tienen la vagina como un laberinto. De esta forma, cuando a la hembra no le gusta, aprieta para que solo pueda entrar la punta", ha desvelado Moure.

Con el paso del tiempo, los machos han evolucionado para tener más posibilidades de dejar embarazada a las hembras, desarrollando un pene con forma de sacacorchos. "La hembra también lo ha hecho desarrollando una vagina en forma de hélice, pero hacia el otro lado".

"Es como una carrera armamentística para ver quién evoluciona con los genitales más sofisticados", ha señalado Ricardo Moure.