El documental 'Eso que tú me das' comienza con una llamada telefónica. Jordi Évole habla con Elena, la oncóloga de Pau Donés para preguntarle qué se va a encontrar cuando llegue a su casa en el Valle de Arán. La sanitaria anima a Évole con la tarea que tiene por delante, advirtiéndole de que se va a encontrar a un paciente "muy delgado" y contándole cómo se despidió de él. El periodista agradece a la doctora la llamada. Un momento, el único del reportaje, en el que Évole se muestra emocionado.

Y es que como él mismo ha reiterado, nunca buscó realizar un documental lacrimógeno. De hecho, en su estreno los espectadores le aseguraban que no salían con sensación triste, sino con un impulso de vitalidad, gracias al mensaje enérgico que Pau Donés ofrece durante toda la entrevista.

Porque 'Eso que tú me das', más que como una elegía, funciona como una oda a la vida. El cantante, entubado y muy delgado, consigue sobreponerse a esta imagen sobrecogedora para dejar lecciones vitales que dejan huella en el espectador, además de mostrar un sentido del humor que no pierde durante el poco más de una hora que dura el documental.

"Me aterroriza que la gente tenga miedo a vivir y a querer"

El proyecto comenzó con otra llamada, la del cantante al periodista. Donés eligió a Évole por la amistad que les unía desde que se conocieron en 2002, en el programa 'Una altra cosa' en TV3. El cantante manifiesta nada más empezar la conversación con su amigo que quiere mostrar a la gente el lado que no se conoce de los artistas.

A pesar de que se encontraba a poco más de dos semanas de su muerte, el cantante encaraba la recta final con valentía. "No tengo miedo", asegura al inicio de la entrevista, aunque a continuación reconoce tener miedo a "cosas que podrían pasarle a mi familia". También reconoce que le aterroriza que la gente tenga "miedo a vivir, y a querer, y a que la quieran".

Su relación con la muerte fue dura durante toda su vida. En el documental recuerda el suicidio de su madre, que le preparó mentalmente desde días antes de quitarse la vida. Por entonces solo era un adolescente. Preguntado por Évole sobre si se planteó suicidarse, Donés se muestra tajante: "Yo, no. Yo, vida", añadiendo con mucho sentido del humor que aún le quedan "cosas por hacer" y que de momento no se va.

"La pareja es la muerte del amor"

En el reportaje tiene tiempo para hablar de su noción de familia. A pesar de sentir que ha tenido una vida privilegiada gracias a todos los que le rodean, lamenta no haber dado más tiempo a su hija, a la que manifiesta querer "con locura". Donés asegura que "la pareja es la muerte del amor", como le pasó con su mejor amiga de la infancia. Aunque ya no la considera "pareja", el hecho de que sea la madre de su hija la convierte en "familia".

Donés dedica tiempo para hablar de su enfermedad, el cáncer, desde una posición sosegada. El cantante opina que hay que tratar de normalizarlo, y a todos aquellos que han sido diagnosticados les invita a "disfrutar de la vida" y a "no tener miedo". A pesar de todo, está enfadado con él. "No me quiero ir, pero cualquier día viene y me jode", comenta el artista de Jarabe de Palo.

'El sitio de mi recreo', la banda sonora final

También tiene un recuerdo cariñoso a todos los que le envían mensajes de agradecimiento y de ánimo. En cuanto a sus haters, les anima a no odiar. "El odio no lleva a ninguna parte, la vida son cuatros días y tres ya han pasado".

Cuando se acerca el cierre del documental, Évole y Donés se encuentran sentados en un hermoso paraje del Valle de Arán. El cantante, que ha llegado allí conduciendo su propio coche, elige la canción con la que le gustaría cerrar la entrevista. Con un hilo de voz, el cantante entona la melodía 'El sitio de mi recreo' de Antonio Vega.

Un emotivo cierre para una conversación entre dos amigos que hablan de la vida y la muerte, una llamada a disfrutar del tiempo del que disponemos con las personas que nos importan.