En una de sus múltiples peticiones de dinero de los estafadores a las hermanas de Morata de Tajuña, en una de ellas le piden más dinero para poder pagar el billete de la directora de un banco de Estados Unidos a España. Y, ante la falta de dinero de las hermanas, deciden vender lo último que les quedaba: la casa.

Las hermanas, que ya habían vendido y gastado la gran mayoría de sus bienes, deciden vender la casa de Morata de Tajuña y lo hacen en nuda propiedad. ¿Por qué? Así iban a poder residir dentro hasta que fallecieran e iban a conseguir una venta rápida del hogar, aunque eso sí, por menos dinero del valor real del domicilio.