Nos acercamos a un okupa que vive en una exclusiva zona residencial de Marbella y conduce un coche de alta gama. El hombre dice que le "regalaron" el vehículo, y al preguntarle que a qué se dedica, responde que vive "de la gracia de Dios".
Le contamos que la Policía nos ha dicho que la vivienda en la que se encuentra es okupada, a lo que este reacciona pidiéndonos que le digamos a los agentes "que no digan mentiras, que digan la verdad y no busquen problemas". "Y si tienen tantos documentos como dicen de que la casa es de okupas, que traigan todos los documentos y vamos a ir a juicio y que el juez decida", advierte, aunque no nos muestra el contrato de alquiler de la vivienda.
A continuación, hablamos con la Policía Local de Marbella y contamos que el hombre lo ha desmentido todo, tras lo que Diego Guerra, jefe de la Unidad de Antiokupación de Marbella, insiste en que se trata de "una vivienda okupada en toda regla". "Incluso los vecinos tienen un chat para alertarse de posibles anomalías y se ponen inmediatamente en contacto con nosotros", señala Guerra, en referencia a las okupaciones en la zona.
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El joven reconoce estar "arrepentido" de lo que había hecho. "No podía controlar qué se hacía con esos datos, los había vendido", explica, destacando que lo hizo por una "especie de rabia o venganza contra un juez".