Una de las prácticas más polémicas es el puenting. Las muertes de los últimos años alertan de que es urgente una legislación. Claudia de Abreu y Gabriela son familiares de una de las víctimas de esta práctica extrema.

Ambas estaban con ella cuando ocurrió. Ellas también saltaron, incluso su primo realizó un salto anterior que salió correctamente, pero en su segundo salto ocurrió la tragedia. "Éramos 15 personas para un monitor", explica Claudia, quien critica las prácticas poco profesionales de la empresa.

Además, la joven recuerda cómo al ver que la cuerda estaba floja avisó a su prima de que no saltara, pero por la distancia no la escuchó y Kleyo terminó realizando el salto que le costó la vida. "No me oyó y saltó, la cuerda era mucho más larga de lo que debería. Se chocó contra el muro y se mató", explica Claudia.

El dueño de la empresa fue condenado a una multa de 1.600 euros, la pena no conlleva prisión. Además, la empresa sigue activa, y, aunque ya no lo realizan en el puente del accidente, continúan ofertando el puenting en tres provincias andaluzas. Equipo de Investigación se ha puesto en contacto con ella, pero desde la empresa rechazan cualquier tipo de entrevista.

Otros momentos destacados

Pero el puenting no es la única práctica peligrosa. En los últimos dos años han fallecido 47 personas realizando el salto base. Es como un avión sin motor que va a 300 kilómetros por hora. Armando del Rey explica en este vídeo este hobby en el que han muerto conocidos como Álvaro Bultó y Darío Barrios.

A 55 kilómetros de Barcelona, el municipio de Galella, de 18.000 habitantes, acoge la prueba de triatlón más extrema del mundo: el Ironman. 3.800 participantes se apuntan a ella. Sólo con la inscripción, la organización se embolsa más de dos millones de euros.

Sus corredores firman un riguroso contrato que te explicamos en este vídeo en el que aceptan que pueden sufrir parálisis cerebral o, incluso, morir.

Es una organización minuciosa que conoce muy bien el que fuera su responsable de marketing en España durante cuatro años y medio, Gonzalo Marchena: "No hay que olvidar que Ironman es una empresa". Además, Marchena explica en este vídeo las claves de la exitosa estrategia de marketing de Ironman.

Por otro lado, están las carreras populares. Una práctica que también tiene su cara amarga: 200 corredores aficionados mueren cada año en España. Y es que ninguna carrera en nuestro país exige un certificado médico a los participantes. Estas son las críticas cifras de las carreras populares en nuestro país.