Comprobamos que no es la única. Un ejército de mujeres con bebés en brazos se adentra en el casco histórico. La zona más turística de la ciudad es su lugar de trabajo y ellas están empezando su jornada laboral. Insisten, mesa por mesa, con los niños en brazos.
Los bebés siempre están inmóviles. Descubrimos que la mezquita está tomada por mujeres que mendigan con niños. Se conocen, están coordinadas y se reparten las zonas de trabajo.
Por aquí pasa cada año más de un millón de turistas a los que pedir dinero. La jornada laboral de mujeres y niños mendigos dura todo el día. No hay descanso para comer.
Saben que los turistas españoles cada vez gastan menos, por eso buscan extranjeros. La mujer se aprovecha de la imagen del niño para ganar dinero. Gracias a él, consigue un billete. No duda en pedir dinero incluso a quién ya le ha dado. Insiste, y prácticamente acosa a la turista con el pequeño hasta que consigue otra moneda, con la policía a sólo unos metros.
Las mujeres piden con los niños en brazos hasta que cierra la mezquita. Sólo entonces se permiten un descanso. Regresamos al día siguiente y encontramos a las mismas mujeres con niños mendigos. Comprobamos que pedir en la calle es su oficio diario, a la vista de todos.
Las mujeres que usan niños para mendigar no se esconden de la cámara. Casi una decena de mujeres usa a niños para mendigar en el centro de Córdoba. Buscamos respuestas en el Ayuntamiento.