Los agentes inspeccionaron durante 12 horas la cuneta donde apareció el cadáver de Esther López. Una chaqueta de borrego tapa la cabeza de la joven, y a metro y medio de ella se sitúa su teléfono móvil. "El cadáver de Esther se encuentra en la cuneta de la carretera, boca abajo, con los brazos hacia atrás en una posición antinatural, las piernas separadas y giradas, y tapada por el abrigo con el bolso justo colocado a un lado, con el asa del bolso rota y con el móvil a muy escasa distancia", indicó Aitor Curiel, médico forense.

En este sentido, el médico forense declaró que había "habido una manipulación del cadáver y una colocación, tanto del cadáver como de sus objetos, sin duda alguna". "Además, hay dos cuestiones relacionadas con la humedad muy importantes. Tiene unas manos de lavandera y unos hongos muy específicos en zonas muy húmedas, por lo que es lógico pensar que el cadáver hubiese estado en un sitio con bastante humedad: un arroyo, una zona con un charco, el fondo de una piscina...", subrayó Curiel, quien añadió que, además, durante el tiempo en el que Esther estuvo desaparecida, "no hubo precipitaciones en la zona" donde fue encontrada.

En lo referente a los "interesantes indicios" que se encuentran en la zona, el médico forense destaca "la erosión o las rozaduras que aparecen en los botones de la chaqueta o en las propias botas de Esther, que podrían ser propias del arrastre, de un atropello o del traslado del cadáver".

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Equipo de Investigación de octubre que laSexta ha vuelto a emitir este viernes.