El 27 de marzo de 1994 Mari Àngels Feliu fue liberada por su carcelero tras pasar 492 días retenida en un zulo bajo tierra. Mari Àngels se reencontró con los suyos en el mismo garaje en el que fue secuestrada, y pocas horas después de la liberación, Narcís Bardalet, el forense más prestigioso de la provincia, le hizo un primer examen, en el que determinó que se apreciaba "de forma objetiva signos de maltrato crónicos, que está desnutrida, y que tiene atrofia importante bilateral de cuádriceps y gemelos y una ligera hiperflexión lumbar con dificultad de la deambulación" por no haberse podido poner de pie durante cerca de 500 días.

Neus Sala, periodista, recuerda ante Equipo de Investigación cuáles fueron las primeras declaraciones de la farmacéutica de Olot tras ser liberada: "Se nos queda mirando antes de empezar a grabar y recuerdo que nos vio muy nerviosos, a la gente se le caían los micros, y ella nos pedía que estuviéramos tranquilos". "Estáis más nerviosos que yo. Tenéis que ir a la farmacia a comprar Valeriana", bromeó Mari Àngels ante los micrófonos de los periodistas.