Así quieren convertir Benidorm en Manhattan: rascacielos de lujo con "un mínimo de 20 plantas" en una zona de venta de droga

El 27 de marzo del 2024 fue un día clave para Benidorm. En su Ayuntamiento se celebraba un pleno para votar sobre el futuro de la ciudad. Después de 35 años de espera, se votó el mayor desarrollo urbanístico de la última década. Hablamos del día en el que se aprobó por mayoría realizar el proyecto del Ensanche del Levante, que ocupará más de medio millón de metros cuadrados y con el que se pretende construir hasta 32 nuevos rascacielos.

“Nuestra referencia ha sido Manhattan y tendrá su propio parque central”, dice con orgullo José Luis Camarasa, arquitecto municipal desde 1981 hasta el 2024. El problema, o eso denuncia la oposición y los ciudadanos, es que se va a construir alojamientos de lujo para ricos y turistas en una zona de Benidorm que lleva muchos años abandonada. Pero solo para los que tienen dinero. Porque en equipo de Investigación hemos descubierto que allí viven muchas personas. En casas casi en ruinas y entre puntos de droga.

Según nos explica el arquitecto Camarasa, lo que allí se edifique tendrá que tener "una altura mínima de 20 plantas". Porque "si los edificios los haces más estrechos, podemos ir más arriba". Además, asegura que así el aire circula mejor entre ellos, no se hace sombra y podemos utilizar el recurso eólico en las cubiertas de las torres. Y "podemos ubicar las plantas fotovoltaicas en las fachadas de los edificios". En definitiva, unas casas de lujo que no estarán a la altura de todos los bolsillos.

Este mismo arquitecto reconoce que "hay un problema de ocupación marginal de viviendas" en la zona que se va a construir. La realidad es que, el lugar por donde se expandirá Benidorm es hoy el área más degradada de la ciudad. Un punto negro de droga y abandono. Y allí viven una veintena de familias ocupando, de forma ilegal.