Ana Belén prefiere contarle su historia a Jalis en privado. Al conocer la muerte de su marido decidió viajar a Bolivia. Asegura que hizo "lo imposible" por intentar que su marido no viajase con droga pero su situación económica lo requería y ella no lo pudo impedir.
Su marido no llegó a España el día que tenía previsto y un boliviano le comunicó a Ana Belén el fallecimiento de su marido. Ella no lo podía creer y se fue a Bolivia para comprobarlo. Al ver que era cierto ella necesitaba dinero para poder llevar a su marido a España, fue entonces cuando un boliviano le ofreció dinero por llevar veintidós cápsulas de cocaína líquida a España.
En el aeropuerto la descubrieron: "Yo le doy Gracias a Dios por esto", confesaba Ana Belén, y es que asegura que no podía aguantar el dolor: "Mi rostro me delataba".