El Tribunal Constitucional tendrá que enfrentarse en los próximos meses a la renovación de cuatro de sus doce magistrados (entre ellos el presidente y la vicepresidenta). Albert Rivera ha defendido en la Sesión de Control al Gobierno que es una ocasión perfecta para empezar a despolitizar dicha institución. Quiere que el nuevo presidente sea un juez “independiente”. Soraya Sáenz de Santamaría se defiende recordándole lo siguiente: “El presidente y el vicepresidente del Tribunal Constitucional lo eligen sus propios miembros y por votación secreta”.
Esa afirmación, básicamente, es cierta. Una vez los 12 miembros del TC han tomado posesión de su cargo, eligen entre ellos quién ocupará la presidencia y la vicepresidencia del órgano en el primer pleno que celebran. Así aparece recogido en la Constitución Española y en la Ley Orgánica 2/1979, de 3 de octubre, del Tribunal Constitucional.
Pero lo que no dice la vicepresidenta es que todos esos magistrados han sido propuestos previamente por los partidos políticos. Así se produce la elección de los 12 asientos:
Por cierto, todos los miembros del CGPJ son elegidos a su vez por el Congreso y el Senado. Esto significa que en realidad da igual que la presidencia y la vicepresidencia del Tribunal Constitucional se decida internamente, ya que con anterioridad todos los cargos han sido designados por grupos políticos o por el Gobierno directamente.
Atendiendo a la forma en la que se elige al presidente y vicepresidente del Tribunal Constitucional podemos decir que la afirmación de Soraya Sáenz de Santamaría es engañosa. Es cierto que son cargos propuestos por la propia institución en votación secreta, pero no lo es menos que todos los miembros han sido designados previamente por los políticos.