El cantante Dani Martín ha reivindicado en muchas ocasiones que se ha convertido en la persona que es, tanto a nivel artístico como a nivel personal, por el lugar en el que ha nacido y, especialmente, por el entorno en el que ha crecido. Es por eso que, en El Objetivo, Ana Pastor ha preguntado al músico por la relación con sus padres: "Han dedicado su vida a trabajar, supongo que porque creían que la manera de darnos lo mejor a mi hermana y a mí era trabajando mucho, y eso es uno de los valores que he recibido en mi vida. Que nadie te regala nada".

No obstante, ha querido aclarar: "Mis padres son dos hippies de la vida que no tienen tanta jerarquía como yo, y esto no es un reproche para ellos". En esta línea, Martín ha querido explicar cómo fue su infancia y se fue desarrollando hasta llegar a lo que quería ser: "Vivía en un pueblo, en una zona llena de campo. A mí no había nadie que me ayudar a hacer la tarea. Era difícil, tenía la vocación de pequeño". ¿Por qué difícil? "El colegio y el instituto lo recuerdo como una época horrible donde no podía sacar lo que llevaba dentro y no me sentía feliz".

"Mi madre me defendía diciendo que su hijo no era estudioso, pero no es malo. De esa manera conseguí llegar al graduado escolar, luego repetí 1º de BUP, me saqué el Bachillerato en una escuela de adultos y, a partir de ahí, me empecé a dar cuenta de qué iba la vida, y de que para conseguir las cosas había que esforzarse y currar. Me vino muy bien para que, cuando llegó todo lo del canto, tuviera una estructura de cómo era la vida real", ha reivindicado el cantante.