Comprobamos con la hemeroteca que hay giros importantes de discurso en los políticos. Es el caso, por ejemplo, de Albert Rivera, que en 2015 aseguró que no apoyaría "ningún acuerdo ni con Sánchez ni con Rajoy".

Sin embargo, la cosa cambió y esa declaración tan firme se fue diluyendo hasta llegar a pactar con Pedro Sánchez y acordaron un paquete de medidas para que Ciudadanos le diera el 'sí' a la investidura de Sánchez, un pacto que no consiguió que llegaran a Moncloa ninguno de los dos.

El acuerdo no salió adelante porque no tenían apoyos suficientes y, en junio de 2016, el discurso de Albert Rivera giró hacia solo "el no a Rajoy". Esa declaración tampoco se mantuvo mucho en el tiempo, ya que en agosto vimos la imagen de Rivera pactando con Rajoy.

Ahora el veto es al PSOE, pero hubo un momento, en 2016, en el que a Ciudadanos y, en concreto, a Rivera, no le gustaba "criminalizar acuerdos".

También hay giro de discurso en el PSOE. En 2015, Pedro Sánchez decía 'no' al PP y a Podemos, lo que para Sánchez era "el populismo". Lo que pasó después es que Podemos y PSOE llegaron a un acuerdo para intentar sacar los Presupuestos y Podemos también le dio el apoyo en la moción de censura. Sánchez les dio el agradecimiento en público en el Congreso.