Sandra López, directora ejecutiva de Juicy Avenue, deja a un lado su look "sofisticado y chic" para convertirse en Ainara Azcona. La Jefa se infiltrará entre sus trabajadores para comprobar si ponen en práctica los valores que sostiene la compañía.

Su cambio de look sorprende y mucho a sus hijos, a los que les cuesta reconocer a su madre bajo la apariencia de Ainara.

El primer día la Jefa infiltrada entra a trabajar como dependienta en una franquicia junto a Matilde, 'la dependienta agobiada'. Superada por la situación, Matilde se derrumba al no poder con todo y le cuenta su historia a Ainara. La dependienta de Juicy Avenue fue adoptada con seis años y vivió una infancia pensando que su madre no la quería. Una confesión que conmueve a la Jefa infiltrada.

Tras recoger varias quejas del servicio a domicilio, la Jefa se infiltra en el equipo de repartidores. Allí conoce a María, "un auténtico volcán en erupción". Su gestión y su carácter hacen que Ainara "se acojone" al verla.

Durante el programa, la Jefa infiltrada también conoce a Nayra, una de las encargadas de Juicy Avenue. Nayra reinventa las recetas, interpreta el inglés de los clientes como quiere y no les avisa del riesgo que conlleva tomar en exceso ciertos ingredientes. El asunto es tan grave que la Jefa se ve obligada a intervenir.

En una nueva jornada, la Jefa comprueba cómo trabajan los repartidores de almacén con el principal proveedor de frutas y verduras de Juicy Avenue. La tensión llega cuando Luismi, uno de los repartidores, deja a Ainara con un carro lleno de cajas.

Finalmente, Sandra López se quita el disfraz de Ainara para presentarse a sus empleados y desvelar que se ha infiltrado como una compañera más. La directora ejecutiva de Juicy Avenue destaca la actitud impecable que María ha tenido con los clientes y decide hacerle un regalo que le provocará muchas lágrimas de alegría.