Llega el día. Sandra López de Erentxun se quita el disfraz de Ainara Azcona para presentarse a sus empleados y desvelar que se ha infiltrado como una compañera más.

Al llegar el momento de María, la jefa infiltrada repasa con ella todos los momentos en los que no hizo bien el trabajo: no hizo caso al GPS, llegaron tarde a los envíos, faltó el respeto a una trabajadora en tienda... Aún así, la directora ejecutiva de Juicy Avenue destaca la actitud impecable que ha tenido en todo momento con los clientes y decide regalarle un coche para hacer los repartos y una semana de vacaciones en Canarias con su mujer: "Yo no me merezco esto", dice entre lágrimas.

La jefa infiltrada se derrumba con la historia de vida de Matilde

El primer día entra a trabajar como dependienta en una franquicia junto a Matilde, 'la dependienta agobiada'. Matilde se confiesa con la jefa infiltrada del Juicy Avenue y le cuenta que vivió toda su infancia pensando que su madre no la quería.

El reparto a domicilio saca de quicio a la jefa infiltrada: "Al ver a María me he acojonado"

En su segundo día de infiltración, Sandra conoce a María, la jefa de repartidores: "lenta y furiosa, un volcán en permanente erupción": "Al ver a María me he acojonado.

La encargada de Juicy Avenue se salta las normas y pone en riesgo la salud del cliente

Sandra, la jefa infiltrada, conoce a Nayra, una de las encargadas de Juicy Avenue. No atiende a las alertas de exceso de ingredientes, algo que puede poner en riesgo la salud de los clientes.

Perdidos en Madrid antes de la primera entrega: la jefa de Juicy Avenue se infiltra como repartidora

De la calidad y el servicio que ofrecen los proveedores depende gran parte del éxito del Juicy Avenue. La Jefa infiltrada pasa el día con Luismi, sus errores ponen en tensión a Ainara.