Jordi trabaja como mecánico en uno de los talleres de reparación de Cooltra. El Jefe comprueba rápidamente su destreza reparando las motos eléctricas y se muestra sorprendido por el ritmo frenético que lleva.
"¿En casa estarás más relajado no?", le pregunta el Jefe Infiltrado. Es entonces cuando Jordi se sincera, su hija se quedó tetrapléjica hace unos años a consecuencia de un enfermedad rara. "Hay que bañarla, darle de comer, rascarle la nariz... Es otra lucha diaria", explica el mecánico.
La historia de Jordi impacta al Jefe infiltrado, que no duda en conocer a la familia de su empleado. "Yo estoy todo el día con ella, es como si fuera un bebé grande", explica Esther, la madre de la pequeña. "Es una heroína, una super mamá. Es la que empuja a la familia hacia adelante", añade Jordi emocionado.
Otros momentos destacados
Antes de conocer a la familia de Jordi, El Jefe Infiltradovive una jornada muy intensa en el taller de Cooltra, casi a la carrera y hasta sudando camiseta.
Pero el trabajo de El Jefe no ha sido en todas las ocasiones tan frenético.Cuando acompañó a un swapper (encargado del mantenimiento de las motos) en su jornada, se quedó dormido en la furgoneta. "No me duermo, son las lentillas", se excusó el jefe.
Hemeroteca
Acusa a su 'ayudante' de "llenarse la barriga" y no trabajar sin saber que en realidad es su jefe infiltrado
Raúl, uno de los trabajadores de Forno de Lugo, protagonizó algunos de los momentos más tensos de toda la temporada de El Jefe Infiltrado. Sus duras críticas hacia su nuevo compañero fueron completamente demoledoras... pero él no sabía quién se escondía tras esa falsa identidad.