La educación infantil convoca una huelga para protestar por los salarios precarios que con el nuevo convenio pasarán de cobrar 837 a 930 euros en las escuelas públicas, y de 858 a 1.000 euros al mes en los centros privados.

Para conocer el problema de primera mano, El Intermedio entrevista a Ainhoa García, educadora infantil, quien denuncia que por trabajar ocho horas diarias cobrará 930 euros mensuales, un sueldo que no le llega para pagarse un piso dentro de Madrid, con lo que vive a 40 kilómetros de su lugar de trabajo.

Todo ello, tras sus 13 años de experiencia, dos años de estudios de FP y cinco años de licenciatura.

A la baja remuneración se suman las condiciones en las que trabajan las educadoras infantiles: 14 niños de entre uno y dos años por cada educadora. Además de atender sus necesidades, tienen que seguir un programa educativo, y García asegura que "no da para todo".

Su labor es muy importante. Los pequeños empiezan a socializar, se reducen las desigualdades y se mejoran los resultados en la escuela primaria. La entrevistada explica que no se valora ese trabajo: "Pedimos mayor sueldo, pero nuestras peticiones no se quedan ahí, queremos cambiar la forma de trabajar".

En el día que se constituyeron las Cortes, El Gran Wyoming quiso hacer llegar un mensaje a los políticos:"Deben estar a la altura, urge un pacto de Estado por la Educación y las pensiones"