Pablo Ibarburu vuelve a la calle para darle voz a todas aquellas personas que mantienen la esperanza de que se cancele la Navidad. Eso sí, con el beneplácito del anonimato que otorga una mascarilla en la cara.

Así, en una nueva entrega de 'Sociedad anónima', Ibarburu ha dado con quienes reconocen odiar "los puñeteros regalos", quienes critican el exceso de alcohol de su antiguo jefe e incluso a quienes no les cae demasiado bien su familia. "Tengo demasiados 'cuñaos', por desgracia. De cuñadismo de bar. Uno suele resaltar que estoy calvo, me pregunta por las cosas que me van mal y me saca temas franquistas", ha reconocido uno de los jóvenes entrevistados.

Ya en otra ocasión Pablo Ibarbu se acercó hasta Doña Manolita para comprobar cómo afrontaban los ciudadanos esta Navidad. Allí se encontró con una joven que tenía muy claro de quién prescindiría a causa de las restricciones por la pandemia: "Los yernos se quedan fuera... la novia de mi hermano, María, está fuerísima".