Colita empezó como fotógrafa a principios de los años 60, donde la España que había era muy diferente a la actual. Colita recuerda en El Intermedio el país que veía a través de su cámara: una España "con color de paloma sucia, muy triste, atrasada, inculta y bajo una dictadura férrea y fascista".

Sin embargo, Colita destaca que siempre "existe esa minoría a la que llaman la bohemia, que lucha contra la tristeza y reivindica la alegría", algo que, afirma, ha hecho toda su vida. Esta fotógrafa, una de las que mejor ha documentado los cambios del país en las últimas cinco décadas, recuerda las pocas mujeres que había en aquella época en su profesión.

Algunas de sus fotografías la llevo, incluso, a pasar por comisaría, algo que, como la propia Colita afirma, "fue muy divertido": "Llamé a las hermanas Núñez que hacían de modelo para mí en aquella época y una amiga les hizo los primeros tangas de la historia". "Quedó muy divertido, pero muy provocador, esto lo hacer ahora y vas a la cárcel".

El día que Colita se disfrazó para colarse y fotografiar el entierro de Franco

Con una gabardina con la bandera de España y haciendo el saludo fascista, Colita se coló en el entierro de Franco para fotografiar todo lo que allí pasaba. Así lo recuerda con Sandra Sabatés en El Intermedio.

Colita, del feminismo actual: "Es una alegría ver que la gente joven se involucra"

Colita también dirigió el departamento de fotografía de Vindicación Feminista, la primera revista feminista de nuestro país. Admite que es una "ilusión" ver ahora a la gente joven gritando y exigiendo en la calle.