Andrea Ropero en el Vaticano
Íñigo Domínguez, sobre los líderes en el funeral del papa: "Vienen a llorarle y la mayoría no le ha hecho ni caso cuando estaba vivo"
Andrea Ropero entrevista a Íñigo Domínguez, corresponsal de 'El País' en Roma, que analiza en este vídeo la figura del papa Francisco y qué podría deparar el cónclave para elegir a su sucesor.

Andrea Ropero ha viajado hasta el Vaticano para seguir las últimas noticias sobre el funeral y la sucesión del papa Francisco. Además de hablar con algunos turistas e incluso con un sacerdote del Opus Dei, la reportera de El Intermedio ha querido saber cómo afronta la ciudad de Roma el reto de este momento histórico con Íñigo Domínguez, corresponsal de 'El País'.
El periodista señala en el vídeo sobre estas líneas que "Roma está acostumbrada a ser de vez en cuando el centro del mundo" ante la llegada de líderes mundiales que "se reúnen en la plaza de San Pedro en torno a un ataúd de madera".
"Lo curioso es ver a tanta gente poderosa que viene a llorar la muerte del papa, cuando en realidad la mayoría no le han hecho ni caso mientras estaba vivo", afirma Domínguez, que sostiene que "Trump y Meloni estarán pensando 'a ver si viene uno mejor'".
El corresponsal analiza el clima de tensión entre el Vaticano y la Administración Trump, algo que considera se debe a la intención de Trump y J.D. Vance de "apropiarse de la bandera cristiana como si los valores cristianos fueran los suyos".
Para él, Francisco I ha sido un papa que "ha revuelto muchas cosas", si bien otras "siguen como estaban". En ese sentido, comenta que ha encontrado "una oposición muy fuerte en sectores conservadores que se han revelado completamente". Una resistencia que en su opinión "ha lacerado la Iglesia", hasta el punto de que llega a este cónclave "muy partida".
Domínguez considera que el papa Francisco "ha puesto mucho de su parte para intentar cambiar las cosas en el escándalo de la pederastia". Sin embargo, cree que a la hora de la verdad, las cosas que ha dicho "se han diluido un poco" al encontrar que "la jerarquía no le seguía". "El papa puede decir misa, pero un obispo en su diócesis hace lo que quiere", sentencia.
Por todo ello, sostiene que en el círculo más ultraconservador del catolicismo "no veían la hora de que pasara a mejor vida" y ahora "esperan un repliegue". Sin embargo, apunta que este será el cónclave con más cardenales de la historia, y de más países, lo que obligará a llegar a acuerdos "con gente que no piensa como tú".